Proteged vuestra bicicleta.

Consejos de seguridad.
En el aparcamiento:

• En la vía pública, escoja los espacios de aparcamiento más frecuentados, para que la bicicleta quede a la vista de todo el mundo.
• Aparque la bicicleta en un lugar que permita atarla como mínimo por el cuadro y también por una rueda.
• Utilice un cierre seguro y fiable para atar la bicicleta. Los más recomendables son los del tipo "U" rígido.
• Si tiene la bicicleta dentro de un garaje, átela igualmente y evite dejar las llaves en un lugar accesible.

A la hora de comprarla:

• Evite siempre comprar bicicletas de segunda mano sin contrato ni factura.
• Conserve la factura de compra y anote el número de bastidor de la bicicleta.
• Identifique su bicicleta.
• Cada bicicleta tiene un número de bastidor único y exclusivo que la identifica. Normalmente este número de bastidor está situado en el cuadro de la bicicleta, concretamente bajo la caja de los pedales.
• Se puede grabar el número del DNI o cualquier otra referencia en algún lugar del cuadro de la bicicleta.
• Anote el número de bastidor de su bicicleta en otros lugares como el teléfono móvil o en el casco, para disponer de él en caso de robo.

A la hora de circular:

• El mantenimiento de la bicicleta es muy importante. Revise la dirección, las ruedas, los frenos y las luces.
• Cuando circule por las noches es obligatorio llevar luces y piezas de vestir reflectantes. Hágase visible, hágase ver.
• Es recomendable el uso del casco.
• Es muy peligroso usar auriculares para escuchar música, porque no permiten controlar el tráfico que tiene detrás.
• Siempre que sea posible, circular por los carriles bici.
• Respetar las normas de circulación.
• Respetar siempre la preferencia de los peatones.
• Indicar con anterioridad las maniobras de adelanto o cambio de dirección.
• Por las aceras donde circule gente no exceda la velocidad normal de un peatón.
• No agarrarse a los laterales o a la parte posterior de otros vehículos como medio de locomoción.
  
  Caminar con bicicleta y caminar son ambientalmente los medios más eficaces y sostenibles para realizar viajes breves.
  
  En una ciudad bien planificada, más del 80% de los viajes inferiores a cinco kilómetros se pueden realizar caminando o con bicicleta.
  
  Los ciclistas y los peatones son los usuarios más eficientes del espacio público. Promover el transporte con bicicleta y el desplazamiento para los peatones con garantías son acciones esenciales para mejorar la inclusión de los más pobres y la cohesión social. Pero especialmente para generar mejores condiciones de salud pública. Esto crea una nueva sociedad donde las personas de todos los ingresos pueden encontrarse como iguales y sentirse mejor.
  
  En un mundo en desarrollo donde las disparidades de los ingresos son generalmente demasiado altos, el papel potencial del transporte no motorizado es muy importante.
  
  En las ciudades de gran desarrollo y alto nivel de calidad de vida, los gobiernos promueven activamente el uso de bicicletas y mucho más el caminar.
  
  Para ello han decidido políticamente invertir generosos recursos a fin de implantar condiciones que favorezcan la movilidad de peatones y ciclistas. Los efectos no solo tienen que ver con la convivencia, también con la mejora de las condiciones físicas y fisiológicas de las personas.
  
  Estos son argumentos suficientes para que los alcaldes de las ciudades de países en desarrollo, no solo se preocupen de mejorar las vías para los conductores, para hacer puentes elevados o proyectos de infraestructura; un tipo de obras que favorecen más a los ricos y que son una minoría privilegiada.
  
  Es prioritario que tengan compromiso con las mayorías de la sociedad, dando soporte y desarrollando iniciativas que promuevan el transporte con bicicleta y especialmente el caminar.
  
  Excepto estrictas excepciones, todos somos peatones. ¿Por qué no dar privilegio políticamente a la gran mayoría? Científicamente está demostrado que las urbes caminables son las ciudades más saludables y con más futuro.